jose taller escritura

 Un zorro del color de un roble iba caminando muy tranquilo como todos los días por el bosque, llegó a una playa y se encontró un tronco grueso flotando en el mar. El zorro, se subió al tronco y tenía tanto cansancio que se quedó dormido en un profundo sueño. Al despertar, el tronco había recorrido kilómetros y kilómetros, estaba todo plagado de nieve. El zorro bajó del tronco con mucha inseguridad, cayó inclinado hacia atrás y lo primero que entró en contacto del zorro con la nieve fue la punta de su cola. Él, todavía inseguro empezó a caminar sin rumbo por la nieve y el no sabía que la nieve de su cola no se iba a separar de el nunca jamás.

  Un panadero de lo más normal, todos los días se levanta muy pronto para ir a su panadería a hacer su pan, que es el pan  que más se vende del pueblo. El panadero, entra para ver si todo lo del día anterior sigue igual, y lo ve todo en orden, y de ahí se va a una de sus despensas a coger los ingredientes, agua, sal, levadura, y la harina y luego de ahí se va a su segunda despensa en la cual solo tiene huevos, cuando entró entró en pánico al ver que no le quedaban huevos. Al pandero le quedaba muy poco tiempo para hacer el pan, abría la panadería en media hora. el sabía que el pueblo se iba a revolucionar porque el decía que la vida de todos los habitantes del pueblo dependía de el. Se tranquilizó y empezó a buscar soluciones, pensó que iba a hornear el pan de día anterior, y eso es lo que hizo, abrió la panadería y los vendió todos sin que nadie no le pusiera ninguna pega.